jueves, 15 de octubre de 2009

Capítulo 4. ¿Es el magistrado un loco o un ser de principios?

Este capítulo es especialmente duro. En él, la fuerza gana a la razón.

Me llama la atención la indiferencia de los ciudadanos del poblado hacía la injusticia, nadie hace nada por el Magistrado.

Los sueños, como en el resto del libro, también aparecen en este capítulo. ¿Crees que tienen algún papel especial? ¿Van cambiando a medida que evoluciona la historia?

No hay comentarios: