miércoles, 10 de noviembre de 2010

Goytisolo, el aprendiz de la diversidad


La mejor presentación que le han hecho a Juan Goytisolo en su vida se produjo en Cuba, en 1961. "Un mulatito muy simpático dijo: 'Tenemos aquí al célebre autor de La Colmena y de Los cantos del Níjar".

Pero no, el primero era Camilo José Cela y el segundo, sí era él, pero el libro, del que el director Nonio Parejo ha rodado un documental para conmemorar los 50 años de la publicación, se llamaba Campos de Níjar. La película de Parejo, que se exhibió ayer en la sección oficial, ha traído estos días a Goytisolo al Festival de Cine Europeo de Sevilla y hoy ha recibido un premio de honor por lo que lleva haciendo desde que se convirtió en emigrante "de lujo" en 1957: "el aprendizaje de la diversidad".

Eso lo descubrió en el trayecto que le llevó a París. Él era un migrante político e intelectual anti franquista, pero el tren iba abarrotado de trabajadores en busca del pan. "He escrito sobre inmigración desde 1977 hasta ahora", ha dicho ante un reducido público. Goytisolo (Barcelona, 1931) ha asegurado que, por eso, ya no le queda nada que decir al respecto. "La asimilación cultural es imposible y el multiculturalismo es un error. Hace falta una actividad intermedia". Esos son algunos de los "sensatos" consejos que ha dado a lo largo de su carrera a los políticos que le han preguntado qué hacer para integrar a las minorías y a los extranjeros.

Pero aún así, Goytisolo, que reside en Marrakech, ha admitido que a veces se plantea una duda: "pertenecemos a una especie humana o no". El problema de los radicalismos, de los que ha dicho desconfiar, es que "azuzan a la bestia negra que llevamos dentro desde hace siglos". Y ha evocado a la antigua España, de la que huyo por culpa del franquismo, para alertar de la nueva. "En los años cincuenta, había un libro para las amas de casa francesas para que supieran cómo tratar a las 'conchitas". Esas 'conchitas' eran las españolas. "Decía: 'son honradas, pero tienen la fatalidad heredada del árabe de que hay que decirlas todo". Una vez, hace unos años, una señora francesa le fue a visitar a Marruecos. "Me dijo lo mismo de su 'morita'. Siempre ha sido así".

El País, 9 de noviembre de 2010

No hay comentarios: